Cuando era Uchideshi de Koichi Tohei Sensei fui su chofer a diario. Una vez a la semana lo llevaba desde Tokio a Tochigi, lo que nos costaba alrededor de 3 horas ya que entonces la autopista no era tan eficiente.
Cuando sólo conducía durante un corto período de tiempo, me era fácil mantener la calma. Pero durante las 3 horas al volante no podía controlar mis malos hábitos de conducción. Al principio, cuando empecé a conducir como su Uchideshi, Koichi Tohei Sensei se sentaba en el asiento trasero y no se dormía. Ahora sé que esto era porque no confiaba en mis habilidades de conducción.
«Conducir muestra el estado de tu mente.»
Un día, amablemente, me habló acerca de mis modos de conducir y me los explicó hasta que entendí el significado. Quisiera compartir dos de ellos hoy.
Lo primero es acerca de cuándo pisar el pedal del freno. Por supuesto que antes de los semáforos o de las señales de stop, cuando los coches de delante paran, es necesario pisar el pedal del freno. Me dijo que mi tiempo no siempre era el mismo. Dependía del día. A veces presionaba el freno a tiempo, y a veces lo presionaba un poco tarde.
Como conductor, me daba cuenta de los semáforos o del movimiento de los coches a mi alrededor y sabía que iba a presionar el pedal de freno muy pronto. Sin embargo, los pasajeros no podían ver esto necesariamente y por lo tanto podían asustarse. «¿Está reconociendo esta situación o no?». Esto pondría nerviosos a los otros innecesariamente.
Me encontré no respetando el estado de la mente de los otros.
Tenía esta mente egoísta, y no cumplía con «Ponerse en el lugar de su oponente», uno de los cinco principios de Shinshin Toitsu Aikido. Cuando no tenía esto en mente, mi técnica no funcionaba tampoco en el tatami.
El segundo consejo que Tohei Sensei me dio fue sobre lo que sucede cuando los semáforos cambian a ámbar.
De acuerdo con el código de circulación de Japón, si los semáforos cambian a ámbar cuando ya estás en el cruce, puedes seguir cuidadosamente para evitar detenerte allí. Por otro lado, si la luz cambia a ámbar antes de llegar a la intersección, básicamente hay que reducir la velocidad y detenerse, esperando en la línea de parada. (La única excepción a esto se daría cuando el coche que se aproxima desde atrás lleva una velocidad peligrosa.) A veces yo no seguía esta regla, y aceleraba cuando veía el semáforo en ámbar para pasar la intersección.
Él me regañó en el coche una vez, y una segunda vez, pero no corregí ese hábito. Finalmente, decidió hablar conmigo.
«¿Realmente entiendes por qué está mal esto?» Me dijo Tohei Sensei.
Honestamente hablando, en aquel momento yo no sabía qué tenía de malo mi hábito. Había acelerado después de que las luces cambiaran a ámbar muchas veces, pero nunca me habían multado por ello, ni tampoco había causado ningún accidente.
Una vez más, Tohei Sensei me advirtió: «Sólo reconoces lo que se puede ver, ¿no?»
Comenzó por explicar la «posibilidad de accidentes» que no se ve. Tal vez en este momento no veas ningún problema, pero el hábito de acelerar en ámbar, aumenta los riesgos de un accidente futuro.
Si asume mayores riesgos en su vida, cuando haya una mala sincronización, puede causar un accidente. El hábito de reducir la velocidad con el semáforo en ámbar podría reducir los riesgos. No se puede hacer que los riesgos sean cero por ciento, pero pueden hacerse lo más pequeños posible.
Dado que no se puede ver el riesgo, pensé: «no tengo ningún problema ahora y no voy a tener ningún problema en el futuro.» Mi actitud era «Si no lo puedes ver, no existe».
Si hubiera mantenido esta actitud en la vida cotidiana, podría haber tenido problemas no sólo conduciendo, sino también en otras cosas. Koichi Tohei Sensei me regañó sobre mi actitud de no creer lo que no podía ver, y no sólo sobre los semáforos en ámbar.
«La mente mueve el cuerpo» y la conducción muestra el estado de tu mente. Puedes ver el estado de tu mente a través de la conducción.
Después de que me convirtiera en alguien que podía conducir calmadamente todo el tiempo, Koichi Tohei Sensei siempre se dormía en el asiento trasero. Ahora entiendo que comprobaba cada vez el estado de mi mente. Esto es lo que experimenté en mi entrenamiento de Uchideshi.
Traducción del blog de Shinichi Tohei Sensei 31 de mayo de 2017.